miércoles, 10 de agosto de 2016

SCHIAVONE

Antes de escribir algo sobre Marco Vichi y el comisario Bordelli, me veo en la obligación de hablar del vicecuestor ("vicequestore, non sono più un comissario") Rocco SCHIAVONE, una creación de Antonio Manzini y que cumple ya la quinta novela larga de la serie de este especial detective.
Rocco es un policía especial, malhumorado, coñon (diríamos aquí), de procedencia humilde e incluso problemática a la vista de sus amistades, todos ellos delincuentes comunes del Trastévere (Roma) y con los que a veces se reúne para participar incluso en alguna de sus actividades, origen de sus ingentes ingresos, al menos para la condición de policía que ostenta.
Tiene un especial concepto de la justicia y más de una vez se salta las reglas, pienso que más por curiosidad personal que por necesidad de la investigación.
En las cuatro primeras novelas de la serie nos encontramos con un personaje al que el pasado le pasa factura, recién trasladado de Roma a Aosta, lugar este que le disgusta en extremo y al que llega en invierno con sus pantalones de pana marrón, su loden azul y sus sempiternos zapatos Clarks (a mí también me gustan), que destroza casi por capítulos, entre caminatas por la nieve. Como siempre la comida es un punto a tener en cuenta, así como las relaciones personales tanto con sus superiores como con sus subordinados , pero lo que más llama la atención es la costumbre de cada mañana de fumarse un porro, antes de comenzar la jornada, en su despacho, porros que tiene previamente preparados en su pitillera dentro de un cajón de su escritorio, y cuya materia prima le es suministrada por uno de sus amigos de toda la vida de Roma.
Las cuatro primeras novelas sirven para "crear" al personaje de forma que la intriga de cada caso se suma a la general por el pasado de Rocco, por conocer algo más que nos de una imagen más real, más ajustada de este personaje que no duda en robar droga a traficantes para que sus colegas de infancia hagan negocio y llevarse un tanto, que llega incluso a complicar a uno de sus subordinados en este tipo de actividades, con el beneplácito del afectado todo sea dicho, que no duda en humillar a dos de sus subordinados delante de todos, aunque ellos parecen no enterarse de casi nada, en fin una buena pieza. 
La realidad es que Manzini logra enganchar a pesar de los primeros titubeos en Pista Negra, la primera  de las novelas, y necesitas leer las otras tres inmediatamente, la quinta, la ultima que he leído es una recapitulación de los hechos acaecidos en Roma antes de el traslado a Aosta de Rocco y explica en parte algo de su personalidad y algo de los hechos que han tenido lugar en Aosta, permitiéndonos comprender en gran medida por qué Rocco es así.
A veces, por influencia del cine, veo a Rocco como un De Sica joven, alto, fuerte y decidido en su caminar, siempre cerca de mujeres espléndidas pero sin llegar a dar el más mínimo paso adelante, son ellas las que tras darlo, se indignan con él por haberlas provocado con su actitud.
Así es y así vive Rocco, de momento, ya que es posible una nueva us aventuras por la region de Aosta.