Renegar del pasado es un error muy habitual en España y cada vez que esto ocurre se paga caro, solo hay que echar una mirada al siglo XIX primera mitad del XX para entenderlo.
Es evidente que no somos santos y que se han cometido errores, pero cuando comete la carrera tras el golpe del 23 de febrero, que nos guste o no y tal y como estaba el país, no prosperó gracias al trabajo de todos en los años de la transición, estudiamos todo un proceso que hoy día aún sirve de modelo a estudiar para transformar sistemas políticos originalmente dictatoriales en democracias.
Leer como procuradores en las cortes del franquismo debaten y votan una ley que desmonta el sistema anterior para dar paso al constitucionalismo, como se elabora una ley de partidos y de la noche a la mañana se legaliza de nuevo a partidos como el comunista, lo más alejado de los políticos al mando de la época, como de nuevas se convocan elecciones se aborda el proceso constituyente y se vota este, dando lugar a una de las transformaciones políticas mayores y más profundas de la historia mundial, sin violencia, no olvidando pero si dejando atrás el pasado mas doloroso de nuestra historia, viendo juntos a Fraga, Carrillo, Guerra, Tarradellas, etc..., caminando en la misma dirección y poniendo la vista en el futuro más que en el pasado, no puede ser desdeñado de golpe por unos cuantos que por su edad no han vivido esos momentos; yo los viví aunque no me di cuenta de ello hasta años después al estudiar la carrera.
Es alucinante como se trata de justificar que ante normas que, según el afectado, son injustas es necesario la insumisión incluso violenta para evitarlas, ¿no tuvimos bastante con la guerra civil cuando un bando manifiesta que la legalidad republicana es ilegal e injusta y se alza en armas?.
Es curioso ver como la señora Carmena, que todo esto no solo lo conoce sino que lo vivió y sufrió, modera con su actitud las afirmaciones de sus concejales de como sea que se llame la coalición que representa, como gente de cierta edad en Podemos, En común, Ahora, etc..., suavizan actitudes rupturistas en extremo.
Es además curiosos haber oído a Iglesias decir eso de que los pueblos que ignoran su pasado están condenados a repetirlo, ¿de que pasado hablamos? ¿Hasta qué fecha nos remontamos?.
En fin que creo que todo es manifiestamente mejorable pero ni cualquier tiempo pasado fue mejor, como afirmaba Jorge Manrique, ni todo lo de mas de 40 años esta caduco y hemos de tirarlo, debemos ser muy cautelosos antes de crear si querer, o lo que es peor queriendo, brechas insalvables que den lugar a enfrentamientos más violentos de los que hasta ahora vemos en redes sociales y discursos. España no se merece un nueva confrontación popular y es mas, seria desde mi punto de vista, insuperable y el fin del sistema que actualmente conocemos, entrando probablemente en un nuevo periodo de de más de cien años de crisis política y social como los vividos ya en nuestro pasado y que tan dañinos han sido.
Creo que para ser vacaciones es ya suficiente pensar y espero que la relajación alcance a todos, aunque no confío mucho en ello.
Saludos y sed buenos, si podéis.