viernes, 31 de enero de 2014

PAN Y CIRCO

Hace tiempo que vengo pensando sobre esto y creo que ahora es el momento de escribir sobre ello. Hemos vivido y vamos a vivir días especiales sobre corrupción, corruptos y demás especies parásitas, pero creo que desde un momento determinado, el caso Messi y ahora Neymar, las cosas se han comenzado a ver desde otra óptica. Bien es cierto que no muchos se han dado cuenta y en general se dice lo mismo que en el caso de los políticos, pero lo cierto es que en periodicos y telediarios, ahora también en la sección de deportes, se comienza a hablar de la burbuja del fútbol.
Cuando analizamos las deudas de las empresas nos olvidamos de los clubes de fútbol que también tienen deudas, con hacienda y con la SS, con los trabajadores y jugadores, con ayuntamientos y CCAA, y además han recibido subvenciones a manos llenas y sin retorno. Estas deudas parece que no provocan la misma indignación que las de los políticos; craso error, a los políticos los elegimos, mal que bien, nosotros, administran nuestro dinero y podemos buscar la pista de este para ver en que lo gastan, las deudas del fútbol con hacienda y SS nos empobrecen a todos, incluso a los que nada tienen que ver con el fútbol, perjudican nuestras pensiones aunque no seamos socios de ningún club, se llevan dinero de los ayuntamientos y CCAA a pesar de que gran parte de los ciudadanos no se identifica con este deporte, y sobre todo los clubes de fútbol no son entidades que socialmente aporten algo a la sociedad. 
Alguna vez lo he dicho y lo mantengo, no es obligatorio que una ciudad o pueblo tenga un equipo de fútbol, y debería existir aquel que pueda a mantenerse en gran parte con sus propios ingresos, lamentablemente para algunos esto significaría quizás que despareceieran la gran mayoría de equipos de hoy en día. Nadie se pregunta por que no existen en cada ciudad varios equipos de todas las categorías de voley, de balonmano, baloncesto incluso, pero lo cierto es que surgen en la medida en que la población responde, al contrario que el fútbol que se mantienen por orgullo pueblerino de las ciudades y pueblos que consideran que merecen tener un equipo en tal o cual división. ¿Cuantas veces oímos que la ciudad se merece un equipo en primera o segunda?, ¿por qué?.
Sería bueno explotar la burbuja de una vez y sanear todas las deudas que tantas empresas y clubes deportivos tienen con la administración para después empezar con la realidad de cada lugar. Tenemos lo que nos merecemos de eso estoy seguro pero a veces no nos merecemos soportar la diversión de algunos que además casi siempre enriquece a unos cuantos. Se ha creado una especie de campaña de vidrio alrededor de estos temas y parece tabú tocarlos.
Es curioso que ya en Roma el circo, la diversión se usase para distraer la atención de otras cuestiones capitales, como ahora los fines de semana y cuando no es fin de semana también, entre Barcelona, Madrid, Atlético, etc..., fichajes, horarios, polémicas arbitrales y demás, consiguen distraemos de los problemas que nos acosan a todos y de los que no podemos defendernos de forma individualizada.
Pan y circo, la historia se repite.

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