Estados Unidos y Rusia han protagonizado en su historia calamidades similares pero no aprendemos, ambos dieron armas a salvajes que se descontrolaron y causaron daños infinitos, ambos son responsables de situaciones como la actual, y en medio la recién nacida Europa, con sus vacilantes y a veces inútiles pasos de tortuga en la toma de decisiones que requieren agilidad.
Unos por otros y la casa sin barrer. A las familias de las víctimas no creo que les quite el sueño si fue Boris, Antonov o Vladimir el que dio la orden, esperan a sus seres queridos y nada más.
El mundo es el que debe exigir a estos auto proclamados gendarmes que apliquen la ley internacional en su mayor grado de dureza, que se dejen de paños calientes y sanciones ridículas, la ONU, la inútil ONU, debería tomar en serio sus estatutos y sus normas y ser fiel a su razón de ser imponer La Paz, pero imponerla, no pedir por favor que se arreglen y dejen de insultarse para sentarse en una mesa a negociar. Esta claro que un grupo de salvajes ha decidido que no quieren formar parte de Ucrania, a la que le dio la independencia actual la antigua URSS, de lo que ahora se arrepiente, por que no se acercan más a Rusia y en cambio se acercan a Europa, pues bien su Rusia respetase sus propios compromisos daría la espalda a estos idiotas y que ente ellos solos se partan la cara si quieren.
Las guerras civiles son una de las peores formas de destruir una población pero alentarlas y participar desde la comodidad de un despacho jugando a soldaditos como han hecho los grandes durante años es para mi peor. Pero como he dicho, no aprendemos.
A lo mejor habría que levantar una cerca inmensa y dejarles a pan y agua hasta que se les vayan las fuerzas y nos permitan ayudarles de verdad.
Que asco de políticos y de política internacional.
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