domingo, 21 de julio de 2013

VACACIONES

Estoy de vacaciones. Este momento del año, el más esperado por quienes tenemos la suerte trabajar, suele reunir a un grupo variopinto de ciudadanos que se mezclan sin pudor en playas y calles. Punta Umbría no es una excepción. Pasear por las calles de la población a las horas ya tardías del día, o sentarse a ver pasar la gente en la playa, te permite llevarte una imagen de la población, excepción hecha de los "guiris". Hay nostálgicos de años pasados, 60, 70, 80, 90, y en esto los tíos somos lo más, los modelos de bañadores son traicioneros y si a ello unimos ciertos adornos (gafas, cadenas, pulseras, etc...), es ya el colmo; las mujeres son más discretas. Se suelen pasear arriba y abajo de forma permanente sin perder de vista la línea de sombrillas por sí acaso.
Existen también los hippies, naturistas, o como queramos llamarlos porque realmente no se parecen a nada, suelen ir muy morenos, bañador inclasificable, gafas de sol, chanclas en la mano y nada más, también en esto los tíos se salen.
Están los coleguillas, (más de 40 años), llevan bañadores hasta el tobillo, coleta o pendiente y aparentan jugar al fútbol con cierta soltura con gente joven (20 o 30 años más joven), sin moverse más de dos o tres metros; suelen finalizar sentados en las toallas bebiendo la cervecita de la nevera mientras los jóvenes siguen algún tiempo más jugando, al mientras ademas hacen cabriolas delante de las niñas siempre presentes en este tipo de espectáculos.
Los pijos también se ven, polo de cuello levantado, bañador de color insufrible y reflectante, zapatillas de marca y smartphone permanentemente en uso, el Whatsapp es indispensable en este caso. No molestan demasiado, sólo cuando ríen alguna gracia absurda para que se note que están ahí, eso si el pelo no se moja, eh?
No podían faltar los chulos de siempre que van a la playa solo a hacerse notar y si molestan, pues "que se jodan y no hubieran venido a la playa", donde vamos a parar "que se pongan lejos de nosotros que necesitamos espacio", esa al menos es la interpretación que se puede hacer de sus gestos cuando te colocas en un espacio libre cerca de su ubicación. Bañadores, pendientes, cadenas, pelo y tatuajes les delatan y a la vez les uniforman, aunque ellos lo nieguen; los momentos de relax se reconocen por la humareda que se crea a su alrededor cuando deciden descansar, birra y canutillo.
El grupo "morancos", como yo les llamo, también aparece, generalmente el fin de semana, padres, hijos, cuñados, abuelos, etc..., desembarcan en la playa apoderándose de una parcela y marcando límites tras los cuales estas incómodo por las voces, ronquidos (la siesta es sagrada), y lo que no son ronquidos, música y alguna otra particularidad durante la hora del almuerzo. Su lugar de estancia suele reconocerse tras su marcha por el gran número de gaviotas que se alimentan de sus despojos, sandia, melón, etc..., que es biodegradable, ¿para que basurero si hay animales?.
Por ultimo el sector familiar que también abunda, padre resuelto a jugar con el niño a la pelota, paletas, petanca, etc..., que al poco esta derrotado, tumbado en la toalla por que no puede más, tras acarrear cientos de cubos con agua para llenar un poco que e niño ha decidido hacer para bañarse. E este grupo suele estar el permanentemente atado al móvil, que no para de hablar de trabajo y de recibir llamadas de colegas consultando, las miradas de la mujer suelen ser aterradoras.
Entre todo esto hay gente como yo, que me dedico a observar al personal, leer, bañarme y tomarme el tonto de verano tan contento. Por cierto mi bañador es como un pantalón de deporte (negro o azul), no llevo coleta ni pendientes, no hago cabriolas ni pongo la música a todo trapo, creo que paso desapercibido, que es lo mejor que se puede hacer para tener vacaciones de verdad.
En fin continuaré buscando estereotipos playeros a ver si los clasifico a todos.

 

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