jueves, 1 de agosto de 2013

EDUCACIÓN

Ya escribí hace tiempo algo sobre educación. Ahora, tras leer algunas informaciones sobre el nivel de nuestros "estudiantes" en comparación con jóvenes europeos me surgen ciertas cuestiones.
La famosa LOGSE, de infausta creación, reordenó el sistema educativo español con base en ideas no contrastadas sobre que era necesario para mejorar la calidad de la enseñanza. El fracaso del sistema año tras año no hizo reflexionar a los legisladores lo suficiente y la única conclusión a la que llegaron fue la de que el sistema era demasiado fuerte y duro para los jóvenes estudiantes y así año tras año legislatura tras legislatura fueron debilitando el sistema hasta el punto de afectar a la dignidad el profesorado, a su profesionalidad, convirtiendo el sistema educativo en un auxiliar de los padres en la crianza de los hijos, de manera que los padres perciben el centro educativo como el lugar donde dejar los niños para descansar ellos, olvidando todas sus responsabilidades y descargándolas en el profesorado.
El sistema educativo de un país ha de ser la columna vertebral de su ciudadanía, debe servir para crear individuos sanos mentalmente y cultos en todos los sentidos, mientras las familias les dotan de los valores esenciales individuales, de comportamiento social, de las habilidades esenciales. La familia ha sido y debe ser un engranaje más del sistema educativo sin el cual el sistema no puede funcionar.
La LOGSE provocó que hoy día los compartimentos educativos se vean de forma aislada hasta el punto de que un profesor de matemáticas no corregirá errores gramaticales u ortográficos por que "no es de su competencia", como si enunciar un problema no fuera cosa de expresión gramatical o lingüística.
¿Cómo es posible estudiar biología sin conocer las matemáticas la física o la química?, ¿Como se puede estudiar literatura sin la geografía, la historia o la filosofía?, ¿Cómo se puede defender la eliminación de la religión del sistema educativo y luego estudiar arte o historia?.
Ignorar lo que cada materia tiene de influencia en las demás y lo que su conocimiento facilita a la hora de estudiar es negar la universalidad del sistema educativo, negar la tan cacareada transversalidad "descubierta" por los creadores de la LOGSE. La integración de las diversas áreas debería de provocar que chicos con 16 años que dominan las matemáticas sepan escribir correctamente sus planteamientos y defiendan sus ideas de forma adecuada, sepan hablar en público, y comprendan aquello que se les dice, que sepan ver en una catedral algo más que una iglesia grande, o que entiendas de forma correcta las consecuencias de una alimentación inadecuada. Eso es el triunfo de un sistema educativo adecuado, no la creación de una fuerza de trabajo súper especializada pero incapaz de relacionarse de forma adecuada con sus semejantes.
El profesorado, súper preparado, que tenemos se agota, se agota en el esfuerzo diario de captar cada día la atención de jóvenes nada estimulados por su entorno y los poderes públicos para estudiar, se agota en la lucha diaria contra un sistema que se afana en discriminar materias para dotar a otras de infinitos recursos que se revelan cada año inútiles, se agota en el escaso apoyo que reciben social e institucionalmente; la percepción social considera al profesor un funcionario privilegiado (¿Solo por haber estudiado durante 20 años y haber superado una oposición?), que sólo trabaja de mañana de 8:30 a 14:30, (casi nada, con sus hijos en grupos de entre 20 y 30 y además debiendo trabajar por las tardes en casa preparando el día siguiente), con muchos días libres (los mismos que sus hijos de los que dicen que trabajan mucho, tiempo que además los profesores deben emplear en perfeccionarse por exigencia del sistema). 
Las corrientes pseudo psicológicas de los años 70, hijos y padres deben ser amigos, los padres deben razonar con sus hijos sus decisiones sobre ellos, y otras mandangas han creado una generación de padres inútiles, incapaces de organizar una familia en el sentido social de la palabra, carecen de la autoridad natural, no la que deriva del miedo, para trasmitir a sus hijos lo que deben o no deben hacer. Actos tan simples como evitar molestar a los demás corriendo o jugando a voces entre las mesas de una terraza, o jugar a la pelota alrededor de personas mayores en la playa, etc..., ahora son limitaciones de la libertad de los jóvenes, asombroso.
Nos estamos volviendo locos. Antes de la reforma educativa me suspendían en matemáticas si escribía mal el planteamiento de la solución del un problema que además de resolver debía explicar, me exigían contextualizar históricamente o religiosamente cualquier texto literario al analizarlo o comentarlo, en física, química o biología se valoraban las matemáticas y la forma de expresarse, la filosofía incluía pensamiento matemático, la evolución, las religiones, etc..., y nunca me sentí perseguido, oprimido o adoctrinado, como el 100% de los de mi quinta (ya por los 50).
La reforma que viene no es mejor ni peor que de las otras pero me temo que a la postre no servirá de nada, bien por que se reformé de nuevo bien por que se prostituya su objetivo.

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